lunes, 26 de noviembre de 2012

Donde no te encuentro


Un día como hoy te borré de mi vida.
De mis fotos, y mis dibujos.
Mis suspiros dirigidos a otras pasiones,
Me recuerdan que lo dicho hace tiempo fue mentira.

Que lo eterno duró muy poco, que a penas y te recuerdo.
Soñaba con que el destino de nuevo nos juntaría.
Me maldije una y otra vez, los pasos repasé, las cartas releí.
Villana en mi papel, me culpe una, dos y tres veces.

Dudaba cada día para salir a buscarte: reencontrarme con lo nuestro,
Anhelando lo que ya no había y lloraba lo admito
Cuando me recordaba a tu lado,  una vez cuando el tiempo había pasado.

Un día  tu recuerdo no volvió: mi vida de vuelta a su lugar,
Quizá algo de mí contigo se quedó.
Un día como hoy recuerdo lo que vivimos,
No quedan culpas ni anhelos; sólo lo que fuimos.

miércoles, 31 de octubre de 2012

Disculpen el descuido: el plan es publicar un libro. Prometo constancia, aunque no en Jueves. Un abrazo a cada uno de ustedes queridos lectores.
Gabriela  Pérez

Instrucciones para volar


Para volar sólo hace falta tu recuerdo,
Tu sonrisa para el despegue,
Tu amor de combustible:
Un abrazo para las turbulencias.

Si el viento sopla al norte,
Un cálido beso para el frío.
Y si al sur nos lleva el camino,
Sólo tu pecho contra el mío.

El brillo de tus ojos para la noche,
Que no opaquen a la Luna,
Si las estrellas nos sorprenden por la noche,
Me guiarás con tu dulzura.


jueves, 13 de septiembre de 2012

Canción del villano


Yo quiero ser el villano,
Que se robe tus miradas;
que sostenga la sonrisa,
que sepa todo tu pasado,
y que mis besos te hagan trizas.

Que me maldigas con el alma,
Y que el miedo te acongoje ,
Que tus labios tiemblen de miedo,
Con sólo escuchar mi nombre.

Y que al pasar por tu ventana;
Te escondas presurosa;
Que te abandone toda calma,
Asustada entre  los sueños,
Tan pálida y hermosa.

Y mi ausencia tan constante,
Sea para ti una incertidumbre,
Impredecible como el clima,
Cruel sería el deseo de verme.

Por fin a mi puerta acudirías,
una a una tus lágrimas caerían,
suplicantes tus labios de porcelana,
implorarían sollozantes por mi estima.


Por cierto, lo de canción es cierto; pronto la subiré; saludos Ale.

jueves, 30 de agosto de 2012

En otra ocasión...


Cuántas cosas podrían pasar en media hora; es que  nunca hay tiempo suficiente. Si se hubieran conocido de otra manera, en otro momento: quizá las cosas serían diferentes.

Es que el temblor de sus manos significaría algo más;  esa mirada no escondería un suspiro, y no habría certeza alguna de lo imposible.

Los impedimentos deberían estar en el pasado,  porque la esperanza es nula y en este momento se desvanece. Cada segundo que condena su paso con un duro sonido,  cada parpadeo sutil aunque cierto les recuerda que lo que pudo pasar no es más que un sueño.

Que a veces las consecuencias son inevitables, y que los pequeños momentos no bastan para seguir con lo suyo.  Esa expresión: nunca hablada pero que conocen, que les dice que el momento ha llegado.  Una vista rápida al pasado, el último roce de manos,  una última lágrima, un último beso…

Allí han quedado,  ni sus manos, ni el anhelo, ni las lágrimas lo han evitado.

sábado, 28 de julio de 2012

Desempolvado


Si un día me acercara,
Te preguntaría cómo estás.
Con ojos a medio desvelo,
Te diría que te quiero,
Que me haces falta y aún te espero.

Que los días sin ti ya no me hacen gracia;
Que los pasos que he dado,
Los he dado sólo pensando en ti.

Que ya no vacilo para llorar,
Que por mi mente no pasa nadie más que tú,
Que los días son eternos,
Y las noches frías y vacías sin tu recuerdo.

Y  tomar tu rostro,
ausente como de costumbre,
triste como yo deseo,
y quizá así recordar las cosas
que te alejaron de mi mente.

domingo, 15 de julio de 2012

Me gustaría


Un día me gustaría enamorarme, 
perderme en una mirada, 
soñar con una sonrisa.

Dejar de comer y dormir,
no tener espacio 
en la mente para nada más.

Que los versos fluyeran, 
rápidos y violentos, 
inspirados como nunca,
mentiras para el alma;
dulce tedio tormentoso.

Sentir que la vida 
se me va en un suspiro, 
que la ausencia me persiga, 
que las dudas me desgarren;
y que un tierno beso me embriagase.

Inevitable dolor 
que me desangre el corazón
Salado y agitado 
como el mar violento.

Con la lluvia de cenizas 
que poco a poco quemarían, 
esta alma hecha pedazos
que no entiende todavía. 

jueves, 14 de junio de 2012

Historia de un pasillo...

Aquel pasillo que aguarda 
dulce, misterioso: frenético,
recorrido por ella como de costumbre, 
la luz del medio día y el viento como testigo.

Los murmullos palpitantes
hacen juego con el paso cauteloso.
De pronto, a la luz del sol lo sabe: es él...
La certeza es pura y fuerte, 
es que no hace falta conocerse.

Sus manos; temblorosas y palpitantes;
Dentro de sí: sabe que ha llegado,
por que puede verlo, claro como nunca
sonriendo, decidido e imponente.

Un caballero cual cuento de hadas,
apasionado y sincero: con la melancolía en el rostro,
y el amor a flor de piel; por que a ella le parece
que el también la observa, que el también lo sabe: es ella...

Apresurando el paso, buscándose entre la multitud,
cual magnetos con brutal atracción.
Empujan y saltan y el camino aún es largo,
y los pasos se vuelven kilómetros, la meta una certeza.

A su paso: la gente los observa curiosos,
a pocos metros del camino: ella ríe nerviosa,
él la mira directo a los ojos, encontrarse será costumbre.

Sin aviso previo: todo oscurece y calla por completo,
y una triste cama los recibe. Él solo de nuevo;
el  más triste despetar, la angustia de lo no resuelto: sólo era un sueño.
El despertador aulla como siempre, ella sigue con su más triste rutina.

De camino por el pasillo, recordando aquellos sueños, 
crueles juegos de la mente, suspiran a la vez:
y la mirada se alza para buscar el lugar apropiado
ella cual princesa de los cuentos lo observa incrédula,
boquiabierta, se pellizca y se apresura.
La multitud no los nota, y el viento como testigo:
dulce melodía de medio día: ahora lo sabemos: son ellos...

jueves, 7 de junio de 2012

Detalles

Amargo desencanto y trémulas nubes
me recuerdan las horas a tu lado,
detalles que se enganchan a los días,
las noches y la lluvia.

Como para torturarme viene tu recuerdo, 
inmenso y terrible: con definido detalle  
las sonrisa a medio ver, 
y la incertidumbre que aproximaba.

Fue tan corto como pudo ser,
tan misterioso como debió.
para la calma es un misterio,
y la imagen será mi consuelo.

Las infinitas posibilidades, 
imposibles como nunca
tan inciertas como tristes,
tan llenas sólo de mí.

jueves, 31 de mayo de 2012

Maldita mañana...

La culpa es de estas mañanas:
depresivas, frías, hostiles;
llenas de recuerdos, de anhelos imposibles
y agujas que se clavan en los párpados. 
Es el ruido y el sonido de las teclas
que me reconfortan con el mundo,
los planes se caen y 
el recuerdo me escupe a la cara.

La culpa es de estas mañanas
que no dicen mucho y no hacen nada,
estos jueves perezosos y la cama desordenada.
La culpa es mía por faltar a mis promesas;
y recordar por primera vez,
lo que juré con tanto esmero mantener en mi cabeza.

jueves, 24 de mayo de 2012

Rigurosa costumbre

Sus mentes cruzaban fronteras;
diariamente con rigurosa costumbre.
No eran cartas ni postales.


Y el anhelo era la más dulce sensación;
vagos recuerdos de los pequeños gestos,
de las injustificadas peleas,
de los besos robados.


De lo imposible y sus variantes,
de las lunas llenas
y los amaneceres perezosos.
del misterio de la distancias;
y de el recuerdo que consistía.


Por que nuestros amantes cruzaban fronteras;
diariamente con rigurosa costumbre;
dulces anhelos de lo que ya no tenía remedio.

martes, 15 de mayo de 2012

Una caja y nada más... Se vuelve difícil estar en el mismo lugar que ella, algo de negación, algo de tristeza, es que el coraje no cesa: y los recuerdos taladran las heridas nuevas que no miramos; que no sentimos, que no queremos ver. 
Las convulsiones son continuas, y estas malditas lágrimas que no paran, que mojan, que no alivian...
Y vienen a la cabeza mil historias y mil peleas, conversaciones inconclusas: promesas no cumplidas, y el silencio es más que todo, y el tiempo se para. 
Ya no hay marcha atrás; y asustan la incertidumbres, y los gritos, los llantos, los gemidos. Y el deseo por que esto sea un sueño, esto no está pasando; las duras palabras que se tatuaron en la mente, no hay que repetirlas ni si quiera hay que mencionarlas: y lo desconocido de los conocidos, los temores. El maldito café y las estúpidas galletas,  los hipócritas gestos y los rezos absurdos y deprimentes.
Huir corriendo; o arrastrarse si se puede, por que en ese momento no se camina: se flota...
Semanas al parecer, son unas cuantas horas; y la pala cava, los brazos cargan; y las lágrimas parecen interminables; recuerdos que se atesoraban son espadas que destazan, y la tierra cae, y la música suena, ya no somos los mismos, ya no habrá preguntas ni respuestas, ni desayunos ni regaños; ni tejidos ni fiestas... 


A mi abuela Rosa Tapia Moreno


jueves, 3 de mayo de 2012

La miraba con Pasión; 
decidido por ahora,
ella no prestaba atención, 
los pasos determinantes 
se acercaban a la silueta; 
un discurso ya ensayado,
una sonrisa rápida, 
las penas que acostumbra
dando vueltas al pasado
y no hay copa ni cigarro 
ni amante despechado.

Él se detiene un momento,
se concentra en su mirada; 
en la forma de sus labios
en las piernas y su falda,
jamás la ha visto antes,
la imagina por los días,
por las mañanas, 
en cada hora.

Y en las tristezas y alegrías,
en las tardes de verano
en las caminatas que esperan,
en las tardes de cine,
en las boda y funerales
en la amargura y desengaño.

Ya no hay marcha atrás,
ese suspiro abre puertas,
el miedo le acongoja,
de pronto retrocede un paso,
y en su mente él solo, 
sin mañanas ni verano,
ni cine ni funerales;
decide retomar camino.

Dónde está  pregunta;
y más miedo que antes
aprieta los nudillos,
suspira lentamente, 
camina de nuevo a su lugar;
tiene un nudo en la garganta; 
y le molesta la ropa.

-¿Me puedo sentar contigo?
.Por supuesto- Dice él.



viernes, 27 de abril de 2012

De mañanas y tiempo

Los tiempos pasan y no se adaptan: a veces exigen demasiado de nosotros; a veces nos gritan a la cara.
Es en esos momentos en que uno se pregunta si el tiempo es parte de la vida o una triste y dura condena; las mañanas como otras llenas de pereza y prisa; de hambre y recuerdos del día anterior: los recuerdos que como dardos atraviesan algo en el pecho; algo de melancolía y picardía quizá: esta mañana cálida como tantas otras sin augurio ni esperanza; tan cotidiana como el resto: tan triste como las demás, tan llena de culpas y misterio; con el cosquilleo de empezar el día y las ganas de querer para que duela; los finales que no llegan y mi mala redacción; sólo otra mañana más de un día como hoy...

jueves, 2 de febrero de 2012

Sólo por iniciar...

No, así no empieza la historia de nuestras vidas. Un poco de poesía, un poco de ironía; qué nos hace falta...
Ciertas cosas suceden, no hay razón, anhelos escondidos lluvias intermitentes; un poco de emoción quizá. Hace falta contar historias; y que los demás te critiquen; hace falta contar las horas y meditar lo que se dice. Una y otra vez dar un suspiro lento; y mojarse los zapatos; besar a algún extraño... Una y otra vez interrumpir los silencios, recordar amores pasados; llorar, llorar todo el día por ellos. Por qué no sentirse entusiasmados y gritar de alegría a los transeúntes: y gritar desesperados para ahuyentar a los miedos; hace falta golpear al enemigo sin implorar clemencia; por qué no contradecirse y hablar con poca coherencia. Hacen falta tantas cosas. Así no terminan nuestras vidas, sólo un poco de poesía sólo un poco de ironía; no hace falta ni pensar que este día termina.