No, así no empieza la historia de nuestras vidas. Un poco de poesía, un poco de ironía; qué nos hace falta...
Ciertas cosas suceden, no hay razón, anhelos escondidos lluvias intermitentes; un poco de emoción quizá. Hace falta contar historias; y que los demás te critiquen; hace falta contar las horas y meditar lo que se dice. Una y otra vez dar un suspiro lento; y mojarse los zapatos; besar a algún extraño... Una y otra vez interrumpir los silencios, recordar amores pasados; llorar, llorar todo el día por ellos. Por qué no sentirse entusiasmados y gritar de alegría a los transeúntes: y gritar desesperados para ahuyentar a los miedos; hace falta golpear al enemigo sin implorar clemencia; por qué no contradecirse y hablar con poca coherencia. Hacen falta tantas cosas. Así no terminan nuestras vidas, sólo un poco de poesía sólo un poco de ironía; no hace falta ni pensar que este día termina.