viernes, 19 de julio de 2013

De cínicos y noches eternas

Era posible que existiera
en ellos otra clase de relación,
como quien anhela una aventura, 
como quien posterga un sueño.

Se encontrarían 
a la luz de la noche, 
con cómplices miradas, 
se tomarían de la mano.

Y cada minuto contaría, 
cada beso único por sí solo,
junto a este escurridizo sentimiento
que les reunía justo allí.

Lejos de ese tan hablado compromiso, 
cerca del preciado peligro.
No es que no le amara, 
ni que su esencia le abandonara,
habría quizá que escapar del amor.

4 comentarios:

  1. Haces que uno sienta que lo vivio..... PERFECTO !

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  2. uuuuuuuh, que revelador, yo no sé si es que temo al amor, o solo es cosa de que he llegado a convencerme (por autocuidado) de que no creo en el.. que en definitiva no existe.

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  3. uuuuuuuh, que revelador, yo no sé si es que temo al amor, o solo es cosa de que he llegado a convencerme (por autocuidado) de que no creo en el.. que en definitiva no existe.

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