Los suspiros se convertían en viento que sacudía los árboles. Las lágrimas se convertían en lluvia, el chasquido de los besos levantaba polvo como pasos.
La naturaleza era amor y el desconsuelo: frío. Los ruidosos autos: escamosos cocodrilos. La pena el más cruel escenario.
Los pájaros eran naves frías que cortaban el cielo y lo hacían sangrar: tic-tac, tic-tac el mundo no ha perdido ritmo.
Pasos cortos, pasos largos: ya no importa, crece la distancia. La calma se acerca, habrá que verla, sentirla: aquí viene.
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